
Tras el ataque del domingo al
granelero Magic Seas, que
obligó a la tripulación a abandonar el barco y que marcó la
reanudación de los asaltos al tráfico naval por parte de los rebeldes hutíes
en la zona del Mar Rojo, la situación se ha vuelto cada vez más
agravado ayer tras el ataque al granelero
de la bandera liberiana Eternity C conducida con drones y con
embarcaciones que causaron dos o tres muertes, según varias fuentes,
entre los miembros de la tripulación del granelero que forme parte de la
flota de la Gerencia Griega de Cosmobarcos. Estos son los primeros
Bajas entre la gente de mar por buques atacados en la zona desde junio
2024 que hasta la fecha han causado un total de 6-7 muertes.
El accidente ocurrió a 51 millas náuticas al oeste de la
puerto de Hodeidah.