
El nuevo impuesto entró en vigor hoy en Grecia
aplicado a los pasajeros de cruceros que desembarcan en puertos nacionales, a los que
se le pedirá que pague hasta 20 euros, que se habían
anunciado el pasado mes de septiembre por el gobierno de Atenas con el objetivo de
apoyar a las comunidades locales afectadas por el impacto de la
tráfico turístico, sino también para financiar
infraestructura portuaria y la promoción de productos turísticos, y que
había sido mal recibido por la asociación de cruceros CLIA
(
del 11
septiembre de 2024).
Del impuesto, que se introduce por primera vez en Grecia,
quedan excluidos los pasajeros que desembarquen por motivos de salud y
miembros de las tripulaciones de los barcos. Además, el monto del impuesto
varía según el período y el puerto de escala, con un monto que
en temporada alta (1 de junio - 30 de septiembre) es igual a
a 20 euros para los puertos de Mykonos y Santorini y cinco euros para
los demás puertos griegos, en el período comprendido entre el 1 y el 31 de mayo y del 1 al 31 de octubre
es igual a 12 euros para los puertos de Mykonos y Santorini y tres
euros para otros puertos y en el período del 1 de noviembre al 31 de marzo es
igual a cuatro euros para los puertos de Mykonos y Santorini y un euro
para los otros puertos.
El impuesto es responsabilidad del pasajero y debe recaudarse
por la compañía de cruceros o agencia naviera que
representa el servicio de cruceros y se paga trimestralmente al
Estado. Según las previsiones, el impuesto generará ingresos equivalentes a
a 52 millones de euros anuales, que se destinarán en parte a la
municipios donde se encuentran los puertos de desembarque y en parte al Estado.